domingo, 6 de abril de 2008

C.E.D.I.L.I.J.




Por PaulaVilla
paulavilla84@gmail.com

“Hoy hay otra manera de leer”

Este 2008 el Centro de Difusión e Investigación de la Literatura Infantil Juvenil (CEDILIJ) cumple 25 años trabajando por el derecho a leer. Su misión es promover la formación de niños y jóvenes lectores desde la literatura. Susana Allori, su directora, nos cuenta cómo cumplen este valioso rol.

¿Qué tipo de proyectos desarrolla el CEDILIJ?

Los proyectos buscan llevar libros a donde no hay y donde es factible que se encuentren los lectores y los libros. Desarrollamos diferentes tipos de proyectos, muchos vinculados a un trabajo comunitario en lugares donde menos acceso a los libros y a la cultura hay. Nuestro primer proyecto fue de llevar libros a las escuelas; se llamó “Biblioteca a los cuatro vientos” porque íbamos por toda la provincia. También tenemos una biblioteca permanente especializada en literatura infantil y juvenil.
Uno de los proyectos fue en los hospitales porque, en general, una persona hospitalizada está disponible para leer; además psicológicamente estás necesitado de huir de ese mundo hostil. Entonces, armamos bibliotecas en los dos hospitales infantiles, se llamó “Los libros de la almohada” y sigue funcionado. Otro es en la Feria de la Fruta y la Verdura; así, en el medio de donde se vende choclo, sandías y churros, hay un puesto de libros donde se prestan gratuitamente. Ello promueve la lectura porque mucha gente que viene a la feria no va a una biblioteca. Es un espacio absolutamente pintoresco.
En sí, nuestra tarea es hacer un trabajo en el lugar, dejar implementado un sistema y cuando nosotros nos retiramos (para ir a otro lugar), eso pueda seguir. No es que inventamos los proyectos sino que los hacemos posible acá.

¿Cómo llevan a cabo todas estas actividades?

Nuestros proyectos están basados en tres pilares para la promoción de la lectura: primero, mediadores o intermediarios formados; ellos pueden ser tanto profesores, bibliotecarios, padres, medios de comunicación o jóvenes. La otra clave indispensable es que haya buen material de lectura, los libros más seductores, porque a pesar de que ningún mal libro mató a ningún lector, sí desalentó muchas lecturas. Y después acciones que promuevan la oportunidad de que los lectores se encuentren con los libros.

¿Cree que hoy la lectura en los jóvenes está caída?

Por un lado, hay un déficit de deseo de lectura pero, por otro lado, yo creo que estamos en una oportunidad inédita porque hay preocupación por la lectura. Yo no creo que los niños de hace 50 años leían más que los niños de ahora. Hay otra manera de leer, hay otra manera de relacionarse y hay una oferta de libros que hace 20 ó 30 años no había. Yo no digo que se lea todo lo que nos gustaría ni todo lo que a una democracia le hace falta, pero pongo en duda eso de que no se lee. Aunque, mientras no haya una política sostenida, no sólo del Estado sino un compromiso colectivo, me parece que hay una dificultad. Y creo que nuestro mayor problema es que los adultos somos poco lectores.

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